Lo que hace nuestro país es de chiste, y digo nuestro país porque es el que me importa, no porque el resto sean mucho mejor en ciertas cuestiones. Está claro que si nos comparamos con Grecia o Italia somos bastante similares, y podemos pensar (erróneamente) que somos mejores que países latinoamericanos o ciertos países del este de Europa. Con los países del hemisferio sur no podemos compararnos, sería irrisorio, y si miramos hacia arriba, Islandia, Noruega u otros países del norte de Europa nos dan mil patadas en casi todo. Pero digo yo, ¿por qué no dejamos de compararnos con los demás y nos miramos en un espejo? Tal vez así ganaríamos algo.
Sigue leyendo