Hace años las sonrisas con brackets estaban limitadas más bien a la edad infantil, si bien, cada vez son más los adultos que se apuntan a ponerse una ortodoncia. En este sentido, la doctora Sarmini cita tres motivos principales en el origen de la cuestión: "Hace tres décadas, no había tanto hábito de ir al dentista; además, muchos de los que entonces se pusieron aparato, al quitárselo, no siguieron un mantenimiento -se suele colocar una barrita detrás de los dientes que evita que se muevan y usar férulas por la noche en la parte superior e inferior- de los dientes; y éstos tienen memoria y tienden a volver a su sitio inicial; y el tercer aspecto diría que es la importancia que hoy damos a la imagen".