La naturaleza es, probablemente, lo más sabio que tenemos en nuestro planeta. Hablemos de ella como un ente, una “madre naturaleza” que lo envuelve todo para entender mejor a qué nos referimos exactamente cuando decimos que ella es capaz de provocar y curar todos los males de la tierra, siempre y cuando cuente con algo de ayuda claro está, más que nada porque nosotros somos muchos y ella una sola contra todos. ¿Me seguís?
Entendemos por dieta saludable una dieta variada y equilibrada en la que se incluyen alimentos de todos los grupos alimentarios sin excluir ni abusar de ninguno de ellos, y que nos aporta la energía necesaria para vivir y por tanto para realizar nuestra actividad física diaria. Esta actividad física a lo largo de nuestra vida va variando, del mismo modo que las necesidades o cantidades de alimentos, así como también los gustos o intolerancias hacia determinados alimentos y, con ello, la dieta va cambiando con los años.
El aceite de oliva es uno de esos alimentos nacionales que nos da la tierra con grandes beneficios para nuestra salud pero que muy poco valoramos. Para nosotros, los españoles, es algo que está ahí, y que ha estado siempre, por lo que no nos paramos a pensar el motivo por el cual en otros países es considerado prácticamente un tesoro: el oro líquido lo llaman, y no les falta razón al llamarlo así.