La manera en la que cuidamos los dientes afecta directamente en la forma en la que nos vemos. ¿A quién no le gusta verse con una boca sana, limpia, con dientes blancos? Para conseguirlo es necesario cepillarse a diario los dientes correctamente y cepillarlos el tiempo suficiente. Los resultados influyen en la estética, pero también en la salud bucodental.
Efectos en los dientes
- Manchas: beber café, té, vino tinto y otros alimentos y bebidas, junto con la placa bacteriana, pueden manchar los dientes, haciéndolos lucir desordenados y poco atractivos.
- Caries: las caries son huecos en los dientes que, además de doler, pueden debilitarlos y cambiar su forma y color.
- Desgaste: rechinar los dientes, una dieta poco saludable y no cepillarse los dientes pueden hacer que el esmalte dental se desgaste, haciendo que los dientes se vean más cortos y amarillos.
- Fracturas: si no se cuidan adecuadamente, los dientes son más propensos a romperse, lo que afecta cómo se ven y funcionan.
Efectos en las encías
- Inflamación: la placa bacteriana no eliminada se endurece y se convierte en sarro, irritando las encías y provocando inflamación, enrojecimiento y sangrado.
- Retracción: la enfermedad periodontal puede hacer que las encías se retraigan, dejando al descubierto la raíz del diente, lo que genera sensibilidad y un aspecto poco saludable.
- Mal aliento: la halitosis, o mal aliento, es un problema común asociado a la mala higiene bucal y a las enfermedades de las encías, afectando la confianza en uno mismo y las relaciones sociales.
Efectos en la sonrisa
- Dientes desalineados: la falta de espacio en la boca o la presión de la lengua pueden provocar apiñamiento o dientes torcidos, impactando la estética de la sonrisa.
- Mala mordida: una mordida inadecuada afecta directamente a la forma de la cara. También repercute en la posición de los dientes. Por lo general, la sonrisa en estos casos es asimétrica o poco atractiva.
- Labios secos y agrietados: la falta de humedad y las grietas en los labios se crean por la falta de agua en el cuerpo. Aunque una de las razones más comunes es respirar por la boca.
Consecuencias sociales
- Baja autoestima: si no cuidamos la higiene, no nos vemos bien y, en consecuencia, la confianza en nosotros mismos disminuye. Incluso en ocasiones, afecta a las veces que sonreímos para evitar que el resto vea nuestros dientes. Los dentistas de la clínica dental Navalcarnero explican que la mala higiene y las enfermedades dentales “pueden generar personalidades cohibidas y tímidas e incluso contribuir a depresiones en aquellas personas predispuestas a esta condición”.
- Problemas en las relaciones: cuando hay falta de higiene, se produce mal aliento y una boca descuidada. Inevitablemente, impacta en las relaciones tanto personales como sociales.
- Impacto laboral: en ocasiones, una higiene bucal deficiente afecta a encontrar trabajo y perjudica a aspectos personales.
Buenas prácticas para una buena higiene dental
Cepillado
- Técnica correcta: movimientos circulares cortos, abarcando todas las superficies de los dientes (externa, interna y masticatoria).
- Duración: al menos dos minutos, dos veces al día (mañana y noche).
- Tipo de cepillo: cabeza pequeña, cerdas suaves, mango ergonómico.
- Pasta dental: con flúor, adecuada a tus necesidades (anticaries, sensibilidad, etc.).
Hilo dental
- Uso diario: al menos una vez al día, preferiblemente por la noche.
- Técnica correcta: introducir el hilo entre los dientes con cuidado, deslizarlo hacia arriba y abajo sin presionar demasiado.
- Tipos de hilo dental: hilo tradicional, cinta dental, irrigador bucal.
Enjuague bucal
- Función: complementar la limpieza dental, eliminar bacterias y refrescar el aliento.
- Tipos de enjuague bucal: antiséptico, con flúor, sin alcohol.
- Uso: según las indicaciones del fabricante, generalmente dos veces al día.
Visitas al dentista
- Frecuencia: al menos dos veces al año para limpiezas y chequeos.
- Importancia: detectar y prevenir problemas dentales a tiempo.
- Procedimientos: limpieza profesional, revisión de dientes y encías, radiografías, aplicación de flúor, etc.
Alimentación
- Reducir el consumo de azúcares: es importante no consumir en grandes cantidades alimentos y bebidas azucaradas. Por ejemplo, refrescos o gominolas.
- Optar por alimentos saludables: mantener una dieta equilibrada en la que se incluya productos de todo tipo como frutas, verduras, hortalizas, proteínas y lácteos.
- Beber agua: es importante mantenerse hidratado constantemente. Bebe agua a diario para tener la boca hidratada y eliminar residuos de alimentos que queden en los dientes.
Hábitos
- No fumar: el tabaco aumenta el riesgo de enfermedades de las encías y cáncer oral.
- Evitar bruxismo: usar protector bucal nocturno si se aprieta o rechina los dientes.
- Masticar chicle sin azúcar: estimula la producción de saliva y ayuda a neutralizar los ácidos de la boca.
Consejos adicionales
- Cepillar la lengua: Elimina bacterias y mejora el aliento.
- Cambiar el cepillo de dientes cada 3 meses: para mantener las cerdas en buen estado.
- Utilizar productos interdentales: cepillos interproximales o seda dental para limpiar entre los dientes apiñados.
- Realizar autoexámenes: observar los dientes y las encías para detectar cualquier anomalía.
- Informarse: consultar a tu dentista o higienista dental para obtener consejos personalizados.
Beneficios
La higiene dental es un hábito fundamental que va más allá de tener una sonrisa bonita. Es la base para una salud bucal óptima, la cual repercute en el bienestar general del cuerpo. Esta guía completa te presenta los beneficios de una buena higiene dental, desde la prevención de enfermedades hasta la mejora de la autoestima.
Prevención de enfermedades bucales
- Caries: es la enfermedad más común que afecta a los dientes. Su causa es la placa bacteriana. Para evitar su aparición es importante cepillar bien los dientes.
- Enfermedades de las encías: la gingivitis y la periodontitis son las enfermedades más comunes que afectan directamente las encías. Si no se trata a tiempo pueden suponer la pérdida de piezas dentales. Cepíllate los dientes a diario para mantener la salud bucodental.
- Mal aliento: tiene un nombre, se llama halitosis. Es una afección que se produce por la falta de cepillado.
Dientes sanos y fuertes
- Esmalte dental fuerte: El cepillado y el uso de hilo dental ayudan a fortalecer el esmalte dental, protegiendo los dientes de la desmineralización y las caries.
- Dientes blancos y brillantes: La eliminación de la placa y las manchas superficiales con una buena higiene dental permite tener dientes más blancos y brillantes.
- Mayor resistencia al desgaste: Una buena higiene dental protege los dientes del desgaste y la abrasión, prolongando su vida útil.
Encías sanas
- Encías saludables: cuando las encías están sanas, tienen un color rosado y están firmes, sin sangrado ni inflamación.
- Prevenir la periodontitis: la periodontitis es una enfermedad grave que puede hacer que pierdas tus dientes. Es importante cuidar los dientes para no padecer la enfermedad.
- Mejora la estética de la sonrisa: unas encías sanas enmarcan la sonrisa y le dan un aspecto más saludable y atractivo.
Sonrisa atractiva
- Dientes blancos y brillantes: una sonrisa bonita es una parte importante de nuestra estética. Cuidar bien los dientes para mantenerlos blancos es importante para sentirnos atractivos y a gusto con nosotros mismos.
- Más confianza: como mencionamos en el punto anterior, una bonita sonrisa nos hace sentirnos más seguros.
- Mejora la autoestima: sentirte bien con tu sonrisa te hace sentir mejor contigo mismo en general.
Mejora la salud general
- Reduce el riesgo de enfermedades cardíacas: cuidar los dientes no es solo cuestión de estética y salud bucodental. También tiene relación con la salud en general y más concretamente con las enfermedades del corazón.
- Previene problemas en el embarazo: la enfermedad que afecta a las encías pueden aparecer durante el embarazo.
- Mejora la salud en general: mantener una buena salud bucodental es importante por muchos aspectos, también para mantenernos sanos en cuanto a la salud general.
Beneficios económicos
- Reduce los costos de tratamiento dental: prevenir las enfermedades bucales con una buena higiene dental te ayuda a ahorrar dinero en costosos tratamientos dentales.
- Mayor productividad: las personas con una buena salud bucal, que cuidan sus dientes, tienen más posibilidades de mejorar su productividad en el trabajo.
- Mejora la calidad de vida: una buena higiene dental también repercute en la calidad de vida. Evita enfermedades y aumenta la confianza y autoestima.
¿Cuándo acudir al dentista?
Ir al dentista es necesario para prevenir enfermedades y detectarlas a tiempo. No obstante, la regularidad depende de factores como la edad o los hábitos de higiene. En cualquier caso, si todo está correctamente, lo común es ir, al menos, una vez al año.
Sin embargo, si tienes alguna condición médica o enfermedad bucal, es posible que necesites acudir con más frecuencia.
Aquí hay algunos ejemplos de cuándo debes acudir al dentista con más frecuencia:
- Si tienes enfermedad periodontal: la enfermedad periodontal es una infección grave de las encías que puede provocar la pérdida de dientes. Si tienes enfermedad periodontal, es posible que necesites acudir al dentista cada tres o cuatro meses para limpiezas profesionales.
- Si tienes caries: las caries son agujeros en los dientes que pueden causar dolor e incomodidad. En tal caso, acude al dentista para llevar a cabo el tratamiento adecuado.
- Si tienes dientes sensibles: los dientes sensibles causan generalmente dolor. Acude al dentista para saber a qué se debe exactamente y qué pasta de dientes se debe utilizar.
- Si estás embarazada: como hemos visto, las mujeres embarazadas son más propensas a sufrir problemas bucales. En tal periodo es necesario acudir con más frecuencia al dentista.
- Si fumas: fumar aumenta el riesgo de sufrir cáncer oral y otras enfermedades bucales. Si fumas, es importante que visites al dentista con más frecuencia para que te revise la boca y te ayude a dejar de fumar.