Si pienso en mi caso, echo de menos que mis padres no pensaran que la salud bucodental fuera tan importante. 40 años, lo que no hicieron mis padres lo he tenido yo que hacer. Y es que hace décadas parece que había una leyenda urbana que los de los dientes se curaba solo, o que solo se podía arreglar cuando uno es adulto. Afortunadamente con el paso de los años hemos cambiado de mentalidad, y ahora mismo son muchos los padres que llevan a sus hijos al dentista a edades tempranas.
La persona que se encarga desde una edad temprana, de cuidar y tratar los dientes y las encías de los más peques, es el odontopédico. Es decir que dentro de la rama de odontología se abre una vertiente que es la de los niños. Algo que nos parece muy bien porque son muchos los profesionales que se especializan en este tramo de edad. Como recomiendan desde la Clínica Mileme es aconsejable que los padres vayan con sus hijos a visitar a la odontopediatra a partir del año y medio o dos.
Está demostrado que es vital que los niños inicien de forma temprana sus visitas con el odontopediatra. Cuanto antes se pierda el miedo será mucho mejor. De esta manera, se puede controlar el nacimiento de los dientes de leche y de las primeras piezas definitivas, así como el desarrollo de los huesos maxilares. Incluso de las famosas muelas del juicio, que a veces se presentan antes de tempo.
Los tratamientos de odontopediatría están recomendamos para todos los niños y niñas a partir de un año. Pero además hay que incluir en un programa de prevención, coordinado por el grupo de trabajo de la clínica dental. Está dirigido tanto a los peques como a los padres. Y es que, al igual que cuando van al colegio luego se les ayuda con las matemáticas, hay que controlar la salud bucodental.
Tratamientos
Como es sabido, el tratamiento de la caries en los dientes de leche es el principal que se hace en los niños. Asimismo, ante un traumatismo dental o cualquier otra complicación oral, es importante llevar a cabo una rehabilitación adecuada de los dientes, porque un problema mal curado puede provocar un largo camino de incertidumbre. La ausencia de una pieza dental no afecta a la estética, pero también lo hace con la masticación y a la pronunciación. Se ha comprobado que hay niños que no pronuncian bien algunas letras por este motivo. Por último, provoca movimientos de los adyacentes y, a su vez, malposiciones dentarias en un futuro.
Principales problemas
- lladores de fisuras
- Traumatismo dental
- Pulpotomía
- Pulpectomía
- Fluorización
- Extracciones de dientes temporales
- Mantenedores de espacio
Técnicas
En los primeros años, es decir desde el nacimiento, las encías de los más pequeños deben ser higienizadas con una gasa húmeda o un dedal de silicona, al menos, una vez al día. Hay que tener en cuenta que por lo general, la primera pieza temporal de la dentición de los más pequeños erupciona sobre los 6 meses, aunque esta puede aparecer antes o después.
La higiene de los dientes se debe iniciar con la erupción de la primera pieza temporal, sobre los 6 meses. Y es que aunque parezca que no pasa nada por ellas, hay que mirarlas muy de cerca. Y mucho ojo porque a diferencia de la dentición permanente, que consta de 32 piezas, la dentición temporal está formada por 20 dientes de leche.
- En niños de 0 a 2 años, se puede utilizar un cepillo dental adecuado a su edad, con una dosis de dentífrico fluorado igual a la de un grano de arroz. Y si tiene que hacer como un juego que cree un hábito. Así ya no lo verán tan complicado. Entre los 2 y los 6 años, se puede aumentar esta cantidad hasta el tamaño de un guisante. Además, en este tramo de edad, normalmente sobre los cinco años, empiezan a caerse los dientes. Sin embargo, hay niños que empiezan a perderlos a los 4 y otros, más allá de los 5. Eso dependerá de la constitución de cada niño.
- A partir de los 6 años, es importante utilizar una pasta fluorada de 1450 ppm, mientras que hasta los 8-10 años, el cepillado debe ser supervisado por un adulto. El control paterno de esta situación es vital para crear un hábito saludable.
Siguiendo estas pautas lograrás que tu hijo tenga una sonrisa perfecta y no tenga que preocuparse tanto en años futuros de su dentadura. Su vida social y su bolsillo seguro que dará las gracias a sus padres.