Los callos suelen producirse cuando se somete al pie a demasiada fricción o presión. Esta afección consiste en el exceso de crecimiento de la capa córnea y aparece una hiperqueratosis (fragmento de piel dura y engrosada). Pueden resultar muy molestos y también pueden afectar la apariencia estética de los pies. Es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar su aparición. Además, si sufrimos esta afección, debemos acudir al podólogo para que realice un diagnóstico adecuado, ya que hay varios tipos de callos.
En la consulta, el especialista nos explicará si nuestros callos son duros o blanditos, y el tratamiento que debemos seguir, para eliminar esta afección. Debemos saber que los problemas en los pies pueden repercutir en otras partes del cuerpo, ya que con los callos realizamos una mala pisada y esto puede provocar un problema de rodilla o una tendinitis.
¿Cuáles son las causas?
En su aparición influyen los siguientes factores:
–Sequedad en los pies: la falta de hidratación provoca la aparición de callos. Por eso, es importante utilizar una crema con urea , ácido salicílico o ácido láctico.
-Calzado: para prevenir los callos, debemos utilizar un calzado que sea flexible y que facilite la transpiración del pie. También es importante que no tenga costuras y ribetes en el interior. La causa principal de esta afección es el uso de calzado inadecuado, ya que los zapatos estrechos y ajustados favorecen su aparición.
–La forma de caminar: una pisada incorrecta puede distribuir el peso de manera desigual, causando la aparición de los callos.
–Deformidades en los pies: los juanetes y los dedos en garra pueden provocar la formación de callos debido a la presión que ejercen.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas que producen los callos son:
-Dolor y molestias.
-Piel engrosada.
-Sequedad en la piel.
-Posibilidad de sangrado, según el tipo de callo.
-Una textura áspera al tacto.
-Molestia al presionarlos.
-Pueden dificultar la movilidad.
¿Cuál es el mejor tratamiento?
Si tenemos callos en los pies, debemos ir al podólogo para que diagnostique la causa por la que se está produciendo esa afección. El tratamiento consiste en eliminar esa acumulación de células muertas (queratinocitos) mediante la técnica de la quiropodia. El Colegio Oficial de Podólogos de Castilla-La Mancha explica que «una quiropodia es un tratamiento podológico que se realiza para eliminar durezas, callosidades y alteraciones en las uñas de los pies».
Es importante acudir al podólogo y determinar el tipo de callo y su tratamiento. Siempre es mejor la detección precoz de cualquier alteración a nivel de los pies, para prevenir posibles dolencias o patologías. La quiropodia es el tratamiento podológico que puede diagnosticar patologías que pueden pasar desapercibidas, pero es importante que este tratamiento lo realice siempre un podólogo, ya que es experto en la salud podológica y sabe tratar el pie con material quirúrgico.
Los podólogos de clínica podológica Oltra, especialistas en salud del pie y en podología médica, nos explican que es recomendable realizar este tratamiento una vez al año, ya que los pies son los encargados de sujetar nuestro cuerpo y siempre es mejor la detección precoz de cualquier alteración a nivel de los pies.
La quiropodia no es lo mismo que la pedicura, porque la primera es un tratamiento realizado por un podólogo que
incluye el tratamiento de patologías o alteraciones de los pies. Mientras que la pedicura es un tratamiento realizado por un esteticista y trata los callos de manera superficial y aplica los productos de belleza. La quiropodia es un procedimiento generalmente indoloro, pero en caso donde existan problemas más serios, este especialista puede aplicar anestesia local y realizar técnicas para aliviar el dolor.
La duración de la sesión de quiropodia puede variar, pero suele durar unos 30 minutos o 1 hora. El podólogo usa un bisturí y motores especializados, para eliminar las callosidades o talones agrietados. También puede ofrecer algunas medidas para prevenir la aparición de callos, y explicarnos que debemos evitar caminar descalzo sobre superficies duras y usar calcetines cuando se use calzado cerrado para evitar los callos. El podólogo puede diseñar unas plantillas ortopédicas a medida para corregir problemas de pisada y prevenir esta afección.
¿Es aconsejable realizar un estudio de la pisada?
Una pisada incorrecta puede distribuir el peso de manera desigual, causando la aparición de los callos. El podólogo puede realizar un estudio biomecánico de la pisada para analizar nuestro movimiento. Para ello, realiza sistemas de última tecnología, como videocámaras de alta velocidad y la plataforma de presiones. Gracias a las pruebas el podólogo puede valorar cómo se comporta el pie y los miembros inferiores a la hora de andar y/o correr.
Una vez que se analizan los resultados, el podólogo recomienda tratamientos personalizados, que pueden incluir cambios en el calzado o el uso de plantillas ortopédicas. Gracias a este estudio, el especialista puede prevenir esta afección y nos ayudará a aliviar el dolor en pies y rodillas.




