La donación de semen, una realidad en nuestro país

Desde hace varios años, es habitual escuchar conversaciones que tienen como tema principal la donación de semen o de óvulos. El aumento exponencial de personas, tanto de hombres como de mujeres, que han decidido involucrarse en la donación en este tipo de campo no ha pasado desapercibido ni para los medios de comunicación, ni para los gobiernos (el nacional, el regional y hasta incluso las administraciones locales) ni para la sociedad en general. El tema ya se encuentra bien inmerso en la agenda pública y es por ello por lo que los ecos de la donación se escuchan cada vez más alto.

El Huffington Post publicó, en su página web, un reportaje en el que se hace incidencia en que cada vez han sido más los donantes de semen y de óvulos en los años en los que hemos vivido bajo el yugo de la crisis económica. Las causas están claras: conseguir un dinero que resulta importante para vivir y ayudar a todas aquellas personas que no tienen la posibilidad de ser padres o madres por sí mismos.

Eso sí, según informa el mismo artículo, la calidad del semen de los españoles no tiene la calidad que sería deseable para que concebir a un hijo o hija sea una tarea probable. Por tanto, acudir a donar semen no es conseguir “dinero fácil”, tal y como apunta el mismo medio. Conviene quitarse ese estereotipo de la cabeza cuanto antes. Como en todos los sitios, lo que se paga es la calidad.

El aumento del número de donantes, tanto en el género masculino como en el femenino, ha hecho que aparezcan clínicas que están especializadas en hacer llegar a todas esas parejas que no pueden procrear el semen de la mejor calidad y que haga posible que sus sueños se hagan realidad. Una de las primeras entidades en comenzar a realizar una labor tan encomiable fue Ividono, que ahora cuenta con más de 30 años de experiencia en el sector y que también tiene un departamento especializado en la donación de óvulos.

Son unas 600.000 las parejas que en España tienen problemas para concebir. Lo cierto es que debe ser terriblemente frustrante tener la esperanza de ser padre o madre y no tener la posibilidad de hacerlo posible. Aproximadamente, el 30% de los casos se deben a causas masculinas, entre las que se encuentra una posible alteración del tracto genital, problemas de erección, alteraciones en la producción de semen, una situación anómala del meato urinario o la extrema obesidad.

Son muchos los hombres que donan semen en España. El anonimato es una posibilidad para ellos pero, aunque esto sea así, es necesario recalcar que la donación no es un acto que deba implicar alguna dosis de vergüenza, ni en el caso de los hombres ni, por supuesto, en el que atañe a las mujeres. Todavía son muchas las personas que se avergüenzan por colaborar con un tema tan personal, pero lo cierto es que no hay ningún motivo para ello.

¿Cómo es la donación de semen en España?

Donar semen en España requiere del cumplimiento de una serie de leyes nacionales que no tienen por qué ser iguales que las que existen en otros países europeos o de otros continentes. En primera instancia, en nuestro país un pilar básico es del que precisamente hablábamos con anterioridad, el del anonimato. En el Reino Unido la donación de óvulos o de semen no se realiza de manera anónima y es por eso por lo que el número de donantes en el país británico es sensiblemente inferior que el nuestro, si bien se desconoce de un modo exacto cuántos donantes en España.

Los datos del párrafo anterior los recoge en un buen artículo el diario El Mundo, el que también hace hincapié en casos como los de Estados Unidos o Dinamarca, en los que existe una opción mixta en lo que tiene que ver con el anonimato. En dichos países, los futuros padres pueden solicitar un donante anónimo o, por el contrario, pueden solicitar que el donante no lo sea para solicitar, a su vez, su identidad en el futuro.

La donación es un fenómeno que no va a parar. Son muchas las personas que, como consecuencia del estrés, tienen menos posibilidades de tener un hijo o una hija. Personas a las que les son sustraídos sus sueños más profundos. Que haya un volumen de población importante que haga posible que su deseo de ser padre o madre siga siendo posible constituye una relación de solidaridad como las que hacen más falta en nuestra sociedad actual.

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