La intervención psicológica en el trastorno bipolar es de lo más necesaria. A modo de curiosidad, el 30 de marzo es el día elegido para el trastorno bipolar, un día que se elige porque el artista Van Gogh fue diagnosticado de esta clase de enfermedad mental.
Una jornada en la que lo que se hace es centrarse en una mejor conciencia sobre esta patología y profundizar en la eliminación del estigma a nivel social que hay sobre esta clase de diagnóstico. Lo que se busca es dar la información necesaria sobre esta clase de enfermedad, los tratamientos y diversas investigaciones que se han hecho o se están produciendo, de tal forma que se sensibilice e informe a la mayor cantidad de población en general sobre este tema.
Por todo ello, creemos también importante hablar del tratamiento de dicha enfermedad desde el marco de la psicología:
Conoce más sobre el trastorno bipolar?
Esta patología, como nos dicen la profesional psicologapatriciasanchez.es, es una enfermedad de carácter mental que aparece por la alteración que se produce en los mecanismos del cerebro encargados de la regulación del estado de ánimo. Hablamos de una alteración que podemos encontrarla en las estructuras que son las que modulan nuestro ánimo respecto de las circunstancias de carácter externo.
Como principal característica podemos hablar de un estado de ánimo cambiente que va fluctuando entre dos polos que son opuestos, uno es el de la manía, donde todo se exalta de forma extrema y la otra es la depresión, un estado donde lo predominante es la tristeza o incluso los dos estados a la vez.
Se cree que a nivel global, el trastorno bipolar suele padecerlo un 2% de la población y la OMS dice que es la sexta causa de discapacidad.
La enfermedad acostumbra a aparecer cuando se es adolescente o cuando llega la adultez de forma temprana. Lo que es más raro es que comience en la niñez o en las épocas más adultas como a los 40 o 50 años de edad.
La intervención psicosocial
Ha sido en estas últimas décadas en las que lo que ha pasado es que aumentó y de qué forma el desarrollo de las intervenciones psicosociales a la hora de abordar del trastorno bipolar.
Todo ello lo ha respaldado el que se ha constatado que los factores a nivel ambiental llega a tener un papel fundamental en que se vaya desarrollando la enfermedad, donde la poca adherencia en lo terapéutico de bastantes pacientes y que la medicación no puede asegurar el que no haya recaídas, de los síntomas secundarios o de las limitaciones que se puedan producir en los tratamientos.
Esta clase de intervenciones lo que busca es afrontar el transtorno bipolar desde otra perspectiva y que serviría para complementar el abordaje de carácter farmacológico, contribuyendo a la prevención de las recaídas.
Como podemos ver, comparten una serie de elementos en cuanto a la terapia:
Ofrecen información sobre la patología y los respectivos tratamientos.
Promoción del cumplimiento del tratamiento farmacológico.
Se llega a entrenar a los pacientes para que detecten y manejen esas señales que son las responsables de que se produzcan las recaídas.
De igual forma, también debemos mencionar que se produce una promoción de los hábitos que sean sanos y se habla sobre las conductas susceptibles de riesgo, de tal forma que se fomente un estilo de vida donde haya menores posibilidades de crisis.
Cuando se ponen en marcha este tipo de intervenciones es necesario que haya profsionales como los psicólogos o neuropsícólogos que estén entrenados en su aplicación para que se logren los mejores resultados.
Psicoeducación
Aquí lo que se proporciona es un marco teórico y práctico donde los pacientes pueden comprender e ir afrontando mejor los trastornos y las posibles consecuencias de los mismos. Todo ello va a partir de la premisa de que haya un conocimiento mayor de la edad y su manejo, de tal forma que le van a favorecer en su tratamiento.
De los objetivos más importantes que hay en este campo es el de que aumente la propia conciencia de la enfermedad en los pacientes y que así se animen a seguir el tratamiento en cuestión.
Terapia cognitiva conductual
Esta clase de terapia lo que hace es partir de las interacciones entre lo que se piensa, las emociones que se tienen y los propios comportamientos. La manera de pensar va a condicionar cómo se puede sentir y actuar.
Se llega a establecer una relación entre los terapeutas y los pacientes que se basa fundamentalmente en la confianza y la colaboración, todo ello gracias a las intervenciones que se estructuran y limitan a nivel temporal mientras se realiza el tratamiento.
Gracias a una serie de técnicas, como la reestructuración del conocimiento, el cambio de estilos a la hora de afrontar la enfermedad, resolver problemas, etc ; lo que se busca es entrenar a los pacientes a la hora de detectar y cambiar los pensamientos disruptivos a la vez que se potencia la conducta para afrontarlos.
Intervención o participación de las familias
Busca apoyar a la familia, de tal forma que se le da información sobre su enfermedad y cómo se trata, dándolas una serie de estrategias para afrontarlo de cara al manejo de la enfermedad del familiar y la reducción del estrés y lo que ello pueda llegar a producir.
Se llega a estimular y promover una relación profesional y de colaboración a nivel proactivo entre los pacientes, las familias y los profesionales.
Vamos con los componentes más importantes y que podemos considerar como vitales:
módulo psicoeducativo
Entrenar en habilidades comunicativas
Entrenar en resolver problemas
Terapias interpersonales y de ritmo social
Esta clase de intervención lo que hace es destacar lo importante que es el impacto que tienen los factores de carácter psicosociales en los ritmos sociales y circadianos, pudiendo tener un importante efecto en los episodios de carácter afectivo.
Después de todo lo que hemos dicho, esperamos que hayáis conocido algo más sobre la importancia que tiene la labor de los psicólogos en una enfermedad como está queja que afecta a tantos ciudadanos en España y en el mundo.
