Cuando pensamos en ir a psicoterapia, lo cierto es que la sola idea de pensar es algo que intimida bastante a las personas, puesto que como nos dicen los profesionales de cpsur.com es posible que se tengan ideas equivocadas sobre lo que supone la experiencia y las personas que van a recibir psicoterapia.
El caso es que cuando la terapia psicológica se produce una gran mejora en la calidad de vida que tienen las personas, puesto que aumenta de forma importante la motivación, la autoestima y mejora de forma importante el estado de la salud mental, sin que sea importante el motivo por el que se ha querido recibir esta clase de asesoramiento.
¿Qué es la terapia psicológica?
Pensemos que la psicología es una ciencia que se base de manera empírica en el estudio de los procesos mentales, sensaciones, percepciones y la propia conducta humana.
Hablamos de que tiene una rama denominada psicología clínica, en la que la finalidad es el diagnóstico, tratamiento, resolución y prevención de los problemas en materia de salud mental.
La toma de decisiones sobre comenzar a ir a terapia psicologica estará precedido de un proceso en el que la persona se da cuenta de algún malestar en el plano emocional, que pensamos que puede desaparecer, pero que se hace más presente en nuestro día a día.
Una situación en la que terminamos aceptando de que no tenemos los suficientes recursos para poder afrontarla.
Este tipo de terapia o ayuda psicológica, básicamente trata sobre que un profesional del campo de la psicología, mediante la conversación nos va a ayudar a poder reconocer y entender los asuntos vitales que nos llevan a la tristeza, el abandono, la ira, la apatía o la adicciones. En este sentido, lo que se busca es trabajar directamente en ellos y cambiarlos para que así mejore el bienestar de nuestras propias emociones.
Pese a que el fin de la psicoterapia no es la solución de los problemas que pueda sufrir la persona, lo es el que se otorguen las herramientas para poder trabajar con esta serie de situaciones.
Habitualmente, lo que ocurre e que la conversación habla de un asunto concreto que se va a trabajar de forma profunda cuando el psicoterapeuta va a considerar que será un tema importante o que cuente con una carga emocional en la vida actual de ese paciente.
Estructura de una sesión de terapia psicológica
La máxima duración de la terapia puede ser de entre cuarenta y cinco minutos y una hora. Por lo general se suele hacer todas las semanas, pero es posible que se haga más habitualmente, todo va a depender de lo que crea necesario el profesional de la salud mental, respecto a cómo sea la situación que tenga el individuo en cuestión.
El proceso terapéutico cuenta con las siguientes etapas:
Evaluación
Justo en esta parte se va a recopilar la información en relación con el motivo por el que se haga la consulta y que plantee el paciente cuando establezca el plan de intervención, así como las estrategias usadas. En esta primera etapa, la duración suele ser del orden de 2 a 4 sesiones.
Socialización de la hipótesis
Una vez se hace el análisis de la información que se recopile, la hipótesis es planteada. Hablamos de una fase que va a consistir en que se concreta el plan de acción con el propio paciente, en la comunicación del diagnóstico y el origen del problema, siendo unos objetivos que se buscan lograr con la psicoterapia.
Intervención o tratamiento
Todo ello va a implicar que se añadan estrategias y tratamientos de índole psicológica que van a permitir al paciente que pueda afrontar los síntomas de sus problemas o problemáticas de pareja cuando se haga una terapia de este tipo.
Cada una de las sesiones va a contemplar el que se hagan actividades o asignaciones que reforzarán los aprendizajes que se obtengan en la misma sesión.
Seguimiento
En este tiempo, hay que pensar que las sesiones se van a orientar a la consolidación de cambios y avances conseguidos, todo ello mediante el asesoramiento profesional.
Cierre
Esta es la etapa de finalización, donde el paciente es testigo de los avances y logros que ha conseguido. Esto hace que experimente una sensación evidente de crecimiento y bienestar.
Hablamos de un cierre que puede ser temporal o definitivo, de tal forma que se pueden llegar a retomar las sesiones si hay una recaída o es necesario volver a ellas.
Así que ya sabes, esperamos haberte ayudado a tener el panorama un poco más claro.
