¿Quieres dejar de vivir con miedo? ¿Te imaginas una vida sin miedo? Superar el miedo que te bloquea, el que no te deja avanzar, es necesario para crecer como persona y llevar una vida plena. Aunque lo cierto es que vivir sin cierto miedo no es posible, el miedo es necesario.
“Para quien tiene miedo, todo son ruidos”.
– Sófocles –
¡Sé más fuerte que el miedo! Te ayudamos con el artículo que hemos preparado sobre cómo vivir sin miedo, de la mano de PSICOARMONIAEMOCIONAL, web de terapias online emocionales e integrales, con una terapeuta experta en salud emocional, que te ayuda a tomar conciencia para percibir tu realidad y reconocerte en ella. Nos ha explicado por qué se siente miedo irracional y nos ha dado unas pautas definitivas y novedosas para superarlo. No te lo pierdas, es la ayuda que necesitas para no enfrentar tus miedos solo.
El miedo es un mecanismo de defensa innato que se activa ante la percepción de un peligro, real o no, que provoca sensaciones intensas y desagradables. Es una emoción primaria que alerta de una posible amenaza e indica que hay que tomar medidas para protegerse. Su objetivo es mantenerte a salvo, el problema existe cuando el miedo no te deja vivir y te paraliza.
Los miedos más frecuentes
Las situaciones que provocan miedo son variadas. Puedes sentir miedo cuando crees que tu vida está en peligro, por ejemplo, ante un atraco. También puedes sentir miedo ante la perspectiva de un hecho, por ejemplo, cuando caminas por un callejón oscuro por la noche. En este caso no existe ningún hecho real que inspira el temor, es tu fantasía desbocada que imagina los problemas que podrían ocurrir. Esto implica que no solo tienes miedo cuando percibes una amenaza real, sino también cuando imaginas una situación que podría ser un peligro.
Existen miedos irracionales. Estos se identifican porque la respuesta es desproporcionada ante el peligro real que representa el estímulo. Un claro ejemplo son las fobias, como cuando una persona debe hablar en público o acercarse a un animal inofensivo y siente un miedo irracional.
También se puede experimentar miedo recordando un hecho del pasado, aunque no exista ninguna posibilidad de que se vuelva a repetir. La raíz de este miedo está en el inconsciente. Para superarlo se trabajan técnicas de hipnosis o EMDR, para acceder a los recuerdos negativos grabados en el cerebro y liberarse de su carga emocional.
El miedo a tener miedo: el miedo más paralizante es el que sufren las personas con un trastorno de pánico, es el MIEDO con mayúsculas. Las personas con un trastorno de pánico sufren crisis de angustia repetidas de manera inesperada y desarrollan un miedo exagerado a volver a sufrir un ataque de ansiedad. En ocasiones, el problema se agrava y estas personas no salen de casa. El trastorno de pánico se une a una agorafobia limitante.
¿Por qué tienes miedo? ¿Qué es el pánico?
La principal función del miedo es avisarte de un peligro para ponerte a salvo y es un mecanismo sencillo mediante el cual los sentidos captan señales del medio que son procesadas por el sistema límbico.
En algunos casos, el miedo se transforma en pánico, un estado que genera una intensa ansiedad. Sufrir un ataque de pánico puede desembocar en un trastorno de pánico. Si es tu caso, sabes que después de uno de estos episodios se desarrolla el miedo a volver a sufrir una crisis de angustia y los ataques de pánico se repiten de forma frecuente.
En todo el proceso del trastorno de pánico, la dopamina tiene un papel fundamental. Se ha descubierto que cuando existe una elevada concentración de dopamina en la amígdala, se reacciona con miedo y estrés.
La amígdala es la responsable de revisar la información que proviene del medio en la búsqueda de algún peligro. El cíngulo anterior está vinculado a un procesamiento racional de las emociones y actúa como un filtro que modera la respuesta de miedo. Cuando la comunicación entre ambas regiones está afectada, las personas sienten mayor temor y responden de manera exagerada ante los estímulos del medio.
Cuando el miedo te limita…
A lo largo de la vida, te enfrentas a situaciones cargadas de incertidumbre que provocan miedo. Y así se va desarrollando miedo al fracaso, miedo al rechazo; miedo a las pérdidas, a la muerte y, sobre todo, a los grandes cambios. Estos temores se convierten en una barrera que no impide vivir de manera plena. El miedo te mantiene en tu zona de confort y no te permite avanzar, limita tus metas y te mantiene bloqueado. A veces, genera dudas obsesivas y, como consecuencia, te centras en aspectos negativos que afectan a la autoestima.
El miedo te paraliza al sabotearte y convertirte en una persona insegura que abandona proyectos antes de comenzarlos. En estos casos el miedo deja de ser un mecanismo de alerta y se transforma en una actitud ante la vida que impide el crecimiento.
¿Cómo superar el miedo?
Aunque no se puede eliminar el miedo, sí puedes aprender a convivir con él, a manejarlo y evitar que paralice tu vida. Existen diferentes estrategias para vencer el miedo:
- Comprender la reacción. Cuando se trata de un miedo irracional, el primer paso es comprender que tu reacción es desproporcionada porque no existe una base lógica para el miedo. La terapia cognitivo-conductual es muy útil.
- Aceptar el miedo. En vez de luchar contra el miedo, tienes que aprender a aceptarlo. Superarlo implica conocer qué te causa temor y ser consciente de tus reacciones emocionales y fisiológicas. Una herramienta útil es el mindfulness.
- Enfrentar el miedo. No debes dejar que el miedo te paralice, debes enfrentarte a él. Busca nuevas estrategias y alternativas que te permitan alcanzar las metas que te has propuesto. Desarrolla la confianza en tus capacidades y date cuenta de que lo peor que puede ocurrir, no es tan terrible como lo imaginas.
- Practicar hipnosis. Cuando el miedo tiene su origen en el inconsciente, la hipnosis funciona muy bien porque permite descubrir la causa del miedo y resolverla.
- Pedir ayuda profesional. Cuando el miedo es demasiado grande o se convierte en una fobia, es necesaria ayuda profesional especializada.
Terminamos el artículo con un antiguo proverbio que dice: “el miedo llamó a mi puerta y cuando abrí ya no había nadie”. Sigue adelante a pesar del miedo, no te detengas, mira al futuro y busca estrategias para alcanzar tus objetivos, ¡con confianza! Y recuerda que el peor escenario, no es tan espantoso como lo imaginas. Busca ayuda especializada para buscar juntos las causas de tu miedo y recorrer el camino para superarlas. ¡Atrévete a vivir sin miedo! Porque hoy es un buen punto de partida, pide ayuda.