Organizar un evento, sea de la categoría que sea, implica tiempo y dedicación. Contar con una serie de factores como el lugar de la celebración y lo que se va a servir a los invitados, puede dar más de un quebradero de cabeza. Cuando se trata de un evento infantil, como un cumpleaños, esos quebraderos de cabeza se multiplican y surgen más dudas, pese a lo que pueda parecer.
En cuanto al lugar de celebración, puede elegirse algún centro de ocio infantil para evitar el desparrame por la casa y el posterior despliegue de desorden que los niños, inocentemente, dejan por cada rincón de la misma.
Los tiempos han cambiado y, donde antes, celebrar un cumpleaños infantil en casa, era lo mejor y más factible, ahora, supone un esfuerzo superior. También hay que decir que, antes los cumpleaños eran para los niños del entorno cercano y, en la actualidad, se trata de celebraciones multitudinarias a las que acuden padres e hijos, con una cierta obligatoriedad que imponen desde las propias escuelas que incitan a socializar a los pequeños escolares.
En cualquier caso, el lugar de la celebración es importante, pero lo es más todavía el menú que se va a ofrecer a los invitados. En este particular, hay que tener en cuenta a niños y adultos para elegir la mejor opción. La Frolita, expertas en catering, aconseja prestar mayor atención al público infantil pues son los homenajeados y, por supuesto, recurrir a los servicios de catering que cuentan con todos los factores necesarios para crear el menú más adecuado para cada tipo de celebración.
Como decimos, en cualquier tipo de celebración lo más importante es el menú. Todo el que acude a un cumpleaños, lo hace con el estómago vacío para llenarlo con todo aquello que le sea posible. Así que, es fundamental contar con los productos más adecuados que dejen en buen lugar a los anfitriones. Un catering para cumpleaños infantiles, es la mejor manera de despreocuparse de este aspecto y lograr que la celebración vaya por buen camino. Además, que el propio servicio ofrece diversas opciones que se adaptan a cada necesidad. Veamos cuales son su ventajas y posibilidades.
El menú, es cosa de niños
Ya sabemos que un catering consiste en un servicio profesional que, se encarga de suministrar comida a eventos, fiestas y celebraciones de todo tipo en el lugar que se quiera: casa, oficina, local… Se trata de un servicio excelente para facilitar la tarea de organizar una fiesta. En lo que a cumpleaños y eventos infantiles respecta, este tipo de servicios, dispone de una gran variedad de platos, compuestos por comida elaborada con productos de primera calidad, mirando siempre por la satisfacción de los clientes.
En la mayoría de los casos, cuentan con servicio de nutricionista, encargado de diseñar menús completos y variados en atención a las demandas nutricionales de cada cliente o asistente. De este modo, se tiene en cuenta si al evento asiste un niño con alergias o intolerancias o que sigue algún tipo de dieta especial.
A la hora de elegir el menú, hay que contar con tres factores indispensables: el presupuesto, la necesidad y el gusto de los invitados. En este caso, se trata de un público que puede resultar muy exigente y complicado a la par que fácil de contentar: los niños. Otra cuestión a tener en cuenta, es el tipo de fiesta que se quiere organizar.
Si se trata de una celebración al aire libre, como un jardín o el campo (si, los servicios de catering llegan al campo), una excelente opción es elegir platos fríos que no requieran de unas condiciones de servicio especiales, ni mantenimiento de temperaturas o cocción en el lugar de celebración. Esto simplifica bastante la tarea. Aunque puede elegirse una opción más elaborada, obviamente.
Para eventos en espacios cerrados que disponen de cocina, puede optarse por aperitivo calientes y con algo más de elaboración, aunque igualmente se puede elegir la opción que se desee.
Es fácil perderse en el mundo de los platos a ofrecer a los niños. Hay que contar con que van a estar moviéndose de un lado a otro, disfrutando de su día, realizando juegos y demás. Para ellos la comida en ese momento es importante, pero mejor si pueden llevársela al lugar de juegos, la verdad.
Algunas de las opciones más populares y habituales en este tipo de celebraciones son los catering tipo merienda. Como su nombre deja patente, se trata de ofrecer a los comensales, un menú ligero e informal (ideal para que los niños no interrumpan su juego), es perfecto para las tardes, a modo de merienda cena y suele estar compuesto por los típicos sándwiches, bocadillos, frutas, picoteo vario y, por supuesto chucherías. Todo esto, perfectamente elaborado, presentado y acompañado por bebidas como refrescos o zumos.
Otra alternativa muy demandada, es el catering de aperitivos. En este caso, los productos que se ofrecen y sirven, son más elaborados que los anteriores: croquetas, tortilla, empanada, canapés o pinchos varios, son algunas de las propuestas para sorprender a los invitados. Esta opción, presenta los productos en tamaño individual, formato bocado que permite a los invitados disfrutar de una gran variedad y probar todo tipo de aperitivos diferentes, ayudando a que lo más pequeños también quieran probar de todo.
Una opción más pomposa y para fiesta con mayor numero de invitados es el catering al estilo americano. Cada vez más solicitado, pues se trata de una propuesta que entra mucho por los ojos: carritos de comida que permite que los niños, coman sus platos favoritos sin parar. Se incluyen todo tipo de fast food, como perritos calientes, mini pizzas o mini hamburguesas. Sin duda, lo que más atrae la atención de los más pequeños y muchos adultos.
Para anfitriones más formales, existe un catering determinado. Más propio de bautizos o comuniones, el catering formal, ofrece un servicio con platos que poseen un alto grado de elaboración. En este sentido, se pueden diferenciar el estilo tradicional o uno más moderno, tipo buffet. Dentro del estilo tradicional, se encuentra el típico menú, con entrante, plato principal, segundo plato y postre. En el tipo buffet, un catering de sushi está resultando la opción más interesante.
No podía faltar la opción golosa por excelencia, se trata de un cumpleaños infantil y no puede faltar el catering dulce. Una mesa dulce en medio del lugar de celebración hará las delicias de los pequeños y no tan pequeños. Tartas, galletas, cake pops, chucherías de todo tipo… y por supuesto, fruta para dar la sensación de que nos preocupamos por la nutrición de los mas pequeños. Pero a nadie le amarga un dulce y en esta ocasión, podemos saltarnos ese detalle.
Es evidente que la oferta es más variada y extensa. Esta es solo una pequeña muestra de lo que un servicio de catering puede ofrecer a la hora de celebrar un cumpleaños. Básicamente, se trata de evitarse cocinar durante horas y pensar en que cocinar. Estos servicios te lo dan todo hecho. Solo tienes que buscar el lugar donde celebrar tu fiesta, contactar con la empresa de catering que más te convenga y ellos, harán el resto.
Cabe señalar que, dentro de estas empresas, trabajan profesionales de la nutrición, por lo que, actualmente, los menús que ofrecen a sus clientes, suelen estar bastante equilibrados y crearse en función de las necesidades concretas de los comensales.
Aunque se trate de un día especial, no es necesario comer cosas poco saludables. Al contratar un servicio de catering profesional, puedes tener la tranquilidad de que los productos que van a servir, cumplen rigurosos controles de calidad, se elaboran con productos de primera calidad y, además cuentan con profesionales que saben muy bien lo que hacen.
Por otro lado, ofrecer un servicio de catering para cumpleaños que se aleje de los tradicionales canapés calientes, como croquetas y empanadillas congeladas, perritos con salchichas cocidas y demás productos, tan apetecibles como poco saludables, es una excelente manera de hacer que los niños, coman algo diferente pero igual de atractivo. Asegurarse de que el catering elabora sus productos y no recurre al congelado industrial y los productos procesados, es la mejor manera de evitar que te den gato por liebre. Al fin y al cabo, para freír unas croquetas y empanadillas o patatas congeladas, se basta cualquiera.
Lo que no puede faltar en un cumpleaños que se precie, es la tarta. Sin tarta no parece que haya fiesta ni celebración. Los propios catering suelen contar con esta opción y disponer de una carta de postres y un pastelero en su plantilla.
Como ya hemos mencionado, la bebida, siempre suele ir incluida en los correspondientes menús, por lo que otra cosa de la que no hay que preocuparse, salvo peticiones especiales.
En resumidas cuentas, un servicio de catering facilita la vida. Sobre todo, cuando se trata de celebraciones en las que hay que atender a varias cuestiones. Eliminar preocupaciones, como la comida que ser va a servir, de la lista es una de las mejores cosas que te pueden pasar si, careces de tiempo o no te gusta la cocina.