Descubre como tu alimentación es capaz de influir en tu salud dental.

La alimentación es uno de los aspectos más importantes que debemos cuidar en nuestra vida, ya que no sólo nos ayuda a estar vivos, sino también a estar sanos. Y del mismo modo, si no la cuidamos, también será la causa por la que enfermamos.

Las dolencias o males causadas por una mala alimentación pueden manifestarse en forma de enfermedades en todas las partes de nuestro cuerpo: se manifiestan en nuestro peso, en nuestra energía, nuestras defensas e incluso en nuestra salud mental ¿te imaginas ya, lo importante que es para nosotros alimentarnos bien?

Con esto no queremos decir que nos obsesionemos y empecemos a comer ensaladas y frutas a todas horas, sino más bien que cuidemos un poco más (y limitemos) lo que comemos, ya que puede afectar a toda nuestra salud, y sin duda, a la que más da afecta de lleno es a nuestra salud dental.

Cómo afecta una mala alimentación a nuestros dientes.

Así es: la relación entre la alimentación y la salud dental es innegable. Y es que, lo que comemos no solo produce un impacto en nuestro peso o bienestar general, sino que también afecta a la salud de nuestros dientes y encías ¡incluso podríamos decir que se lleva la peor parte! Como ya te habrán dicho cuando eras pequeño, comer mucho azúcar o muchas “chuches” puede llevarte a tener caries, que de hecho es una dolencia muy típica en los niños.

Sin embargo, esta no es la única cosa de la que debes preocuparte si comes mucho azúcar, ya que existe una serie de problemas derivados de la mala alimentación que dan como resultado las siguientes dolencias:

  1. Caries dental.

El consumo excesivo de azúcares y carbohidratos refinados, presentes en alimentos como dulces, galletas, bebidas azucaradas y pan blanco, proporciona un ambiente propicio para las bacterias que causan caries. Estos microorganismos se alimentan de los restos de comida y liberan ácidos que erosionan el esmalte dental, creando caries.

  1. Erosión dental.

Los alimentos y bebidas ácidos, como los cítricos, los refrescos carbonatados y los zumos de frutas, pueden erosionar el esmalte dental con el tiempo. La erosión del esmalte debilita los dientes y aumenta el riesgo de sensibilidad dental y caries.

  1. Enfermedad periodontal.

Una dieta deficiente en nutrientes esenciales, como la vitamina C, puede debilitar las encías y aumentar el riesgo de enfermedad periodontal. La gingivitis y la periodontitis son enfermedades periodontales que pueden provocar inflamación, sangrado de encías, pérdida ósea y eventual pérdida de dientes si no se tratan adecuadamente.

  1. Maloclusión dental.

La masticación excesiva de alimentos duros o pegajosos, así como la falta de nutrientes clave durante el desarrollo, pueden influir en el crecimiento y la posición de los dientes. Una mala alimentación durante la infancia y la adolescencia puede contribuir a problemas de maloclusión dental, como apiñamiento o sobre mordida.

Cómo podemos cuidar nuestra salud dental gracias a una buena alimentación.

Afortunadamente, no todo está perdido, y para cuidar nuestra salud dental debemos empezar por lo más básico: adoptar hábitos que promuevan la buena alimentación y visitar de forma regular al dentista, tal y como nos aconsejan los expertos de Clínica Infinity Dental.

Esto sin duda nos ayudará a mantener una buena salud dental y prevenir los distintos problemas bucodentales, aunque, por otro lado, si no sabes por dónde empezar también puedes guiarte por los consejos que te damos a continuación:

  • Limita los azúcares y carbohidratos refinados.

Reduce el consumo de dulces, galletas, pasteles y bebidas azucaradas y opta mejor por frutas frescas, verduras crujientes y agua siempre que te sea posible ¡tampoco te obsesiones! Se trata de variar la dieta y evitar comer azúcares en exceso.

  • Aumenta el consumo de alimentos ricos en calcio.

Los lácteos, como la leche, el queso y el yogur, son excelentes fuentes de calcio, un mineral esencial para la salud de los dientes y los huesos.

  • Incluye en tu dieta alimentos ricos en fibra.

Las frutas y verduras frescas, así como los cereales integrales, son ricos en fibra, lo que estimula la producción de saliva y ayuda a limpiar los dientes de restos de comida y bacterias.

  • Bebe mucha agua.

El agua es fundamental para vivir, y también es muy beneficiosa para nuestra salud bucodental y salud general. Beber agua te ayudará a mantener la hidratación y eliminar los residuos de comida de la boca, lo que dará como resultado una boca más sana que mantendrá alejados muchos problemas bucodentales.

  • Mastica bien los alimentos.

Para terminar, asegúrate de tomarte tu tiempo para masticar los alimentos correctamente y evitar morder objetos duros que puedan dañar tus dientes.

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