Superar el miedo al dentista

Uno de los miedos más establecidos en nuestra sociedad es el miedo al dentista. Hay personas que evitan de todas las formas posibles el visitar al dentista. Suelen tener sentimientos de ansiedad, a lo que en algunos se suma la culpa por no haber visitado antes al dentista o les da apuro tener esta fobia. Al final lo que más pesa es el posible dolor que puede dar la visita al personal especializado en la salud dental.

Uno de los grandes problemas que hay es que vamos al dentista en ocasiones y lo pasamos mal. Está claro que la boca es una zona muy sensible y, aunque en las clínicas haya grandes profesionales, que ayudados de los modernos tratamientos hacen que los tratamientos cada vez sean menos dolorosos, el malestar en algunas intervenciones sigue existiendo.

La principal base como decimos del miedo al dentista es la sensación de dolor que vamos a experimentar teóricamente. Lo que crea es un sentimiento de claro rechazo y se desea evitar el ir.  El caso es que los humanos podemos evitar este miedo y vamos a dar algunos consejos:

Previo a ir al dentista

Si es un dentista conocido, te dará más seguridad

Si se busca una clínica dental de confianza, esto te dará seguridad a la hora de ir al dentista. Cuando no se conoce a nadie, es posible buscar un dentista especialista para quedarte más tranquilo.

Analiza el miedo que tienes al dentista

Debemos pensarlo bien, pues os ayudará detectar lo que sentimos y la razón de ese miedo. Si se piensa sobre este miedo, la ansiedad respecto a ello bajará y se irá más tranquilo.

Busca que te acompañen

Si vamos al dentista con un amigo o familiar, tendremos un apoyo que vendrá muy bien cara a evitar la ansiedad previa existente. En el caso de que el miedo al dentista sea bastante grave, puedes pedir a alguien que vaya contigo.

Mentalízate antes de la consulta

El mentalizarse ayuda a evitar sentimientos de desconfianza y ansiedad. Cuando tengamos la visita programada, debemos olvidarnos del tema y no penar en ello tan en serio, pues es algo normal en nuestra vida diaria.

Pide cita cuanto antes

Si pedimos en el momento la cita, nos vamos a metalizar antes y así menos ansiedad vamos a sufrir.

Pide información sobre el tratamiento

Todos nos sugestionamos y pensamos en situaciones críticas poniéndonos en lo peor. El miedo al dentista suele ser en muchas ocasiones totalmente exagerado.

Echar un vistazo al CV del equipo la clínica

Si miramos la formación de estos profesionales es posible que se rebaje algo la ansiedad. Especialmente si tienen una dilatada experiencia. Por el contrario, si vemos que son muy jóvenes es posible que la ansiedad aumente.

Cuando ya estés en el dentista

Hablar sobre tus sentimientos de miedo al dentista

Informarse al profesional del miedo que tienes a esta situación, te ayudará como desahogo y quizá te tranquilice. Seguro que tu dentista conoce infinidad de casos como el tuyo, por lo que pueda que esa ansiedad la rebaje. En la Clínica Dental Garcia Lorente en León nos han confirmado que muchos de sus pacientes pierden el miedo cuando hablan con ellos y establecen cierta relación médico-paciente haciéndoles ver que detrás de esa máscara de cirujano hay una facultativo profesional que sólo pretende ayudarle.

La lectura colabora a tranquilizarse

Mientras que estés esperando a entrar, se puede pensar en otro tipo de cosas o incluso leer un rato, pues esto calma la ansiedad y hará que baje el estado de estrés.

No llegues muy pronto

Siempre es complicado tener que esperar mucho, ya que los miedos suelen aparecer y los temores llegan a ser exponenciales. Lo idea es no llegar muy pronto, pues los profesionales suelen contar con varios pacientes antes y las esperas se alarga. No prologuemos nuestro tiempo de espera, por lo que con llegar a la hora, pensamos que ya es suficiente.

Solicitud de más información al salir

Pedir información extra sobre lo que nos ocurre y los tratamientos que mejor puedan venirnos, nos van a aproximar a lo que ocurrirá cuando visitemos al dentista.

Los pacientes cada vez son más exigentes y ellos además están preparados para afrontar los miedos de muchos pacientes al dentista, pues por sus manos han pasado innumerables casos. ¡Suerte y deja atrás el miedo!

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