Cuando la salud bucal afecta a nuestra salud mental

No es raro. Por el contrario, se trata de algo bastante habitual en la sociedad. Una persona con los dientes feos, no está bien vista. A veces resulta desagradable a la vista. Esto se traduce en un rechazo que puede sentir la persona afectada. Razón por la cual, no es de extrañar que, de una mala salud bucal, se produzca una mala salud mental. Es decir, afecte a las emociones y cause complejos a quien no luce una sonrisa de diez. Porque así somos los humanos, cuando algo no nos parece atractivo, lo despreciamos y, en cuestiones de estética dental, sucede lo mismo.

Es comprensible que observar unos dientes feos, descolocados y picados, pueda producir rechazo. Se trata de algo natural, puesto que no resulta agradable a la vista. Pero ¿Qué pasa con la persona que tiene ese problema en su dentición? En muchas ocasiones, no es algo que uno padezca por gusto. De hecho en la mayorías de ellas, se trata de algo que sufren las personas y no pueden resolver de la forma adecuada, en gran parte, por falta de medios.

En este artículo, queremos aprovechar para hablar de este tipo de problema que aúna la salud bucal y la mental, para que podamos comprender la importancia que tiene, conservar ambas en perfecto estado. Para hacerlo de la forma más adecuada, hemos contado con la colaboración de las profesionales de la salud bucal de la Clínica Dental Santé, expertas en todas las áreas de la odontología. Ahora podemos hablar con detenimiento de lo que los profesionales del sector denominan la psicología de la sonrisa y la manera en la que la estética dental, afecta directamente, en mayor o menor medida al bienestar emocional.

La sonrisa: un arma poderosa a la hora de comunicarnos

No se puede negar lo evidente. La sonrisa es, sin lugar a dudas, una expresión facial considerada como una de las maneras más poderosas de comunicarnos entre nosotros de forma no verbal. En el momento que sonreímos, somos capaces de transmitir diversas emociones a los demás y a nosotros mismos. Esta acción tan simple, puede influir directamente en el bienestar propio y en el de los demás.

De tal manera que la estética dental, juega un papel determinante, no únicamente en la manera que puede hacerte sentir a ti mismo o misma, sino en la manera en la que te perciben los demás. Por estas razones, no está de más, explorar en la psicología de la sonrisa, haciendo hincapié en la conexión que existe entre la salud dental y el bienestar emocional.

Un aspecto fundamental que incide directamente en nuestro bienestar emocional es la autoestima. Una sonrisa estéticamente aceptable y saludable, conlleva un impacto profundo en la autoestima de cada uno. Su influencia no radica exclusivamente en el aspecto físico, también lo hace en otros aspectos como los que vamos a tratar a continuación.

La confianza en uno mismo, viene precedida por una buena sonrisa. Una sonrisa blanca y bien alineada, se considera atractiva, por lo que propicia la confianza de las personas en ellas mismas, en lo que aspecto físico respecta.

Otro de los aspectos en los que influye, es la autoimagen y la autopercepción. Esto no es otra cosa que la forma de verse a uno mismo. Dicha percepción, está ligada a la manera en la que percibimos nuestra sonrisa. Es decir, si gozamos de una buena salud dental, la autoimagen se transforma y se favorece una identidad más positiva y fortalecida. Estar satisfecho con la sonrisa, aumenta la autovaloración y fomenta una mejor percepción de uno mismo. Además, contribuye a una saludable y positiva autopresentación que permite transmitir la seguridad personal ante los demás, reforzando la autoestima.

Aunque no lo parezca, la sonrisa afecta de forma más que significativa a las emociones y el estado anímico. No solo de la persona que sonríe, también para aquellos que reciben la sonrisa. Al sonreís se produce una liberación de endorfinas, las sustancias que ejercen un efecto analgésico y propician la sensación de bienestar. Del mismo modo, tiene la capacidad de hacer que bajen los niveles de cortisol, lo que contribuye a disminuir la ansiedad y la tensión, algo esencial en determinadas situaciones.

El poder de la sonrisa es tan fuerte que, incluso cuando es forzada, el estado general de una persona, puede mejorar. Esto se debe a que se produce un fenómeno de retroalimentación facial que, hace referencia a la activación de los músculos faciales y su influencia directa en la experiencia emocional.

Por lo tanto, podemos asegurar que tener unos dientes cuidados y sanos, propicia la buena salud emocional. Evita los complejos y permite reír con total libertad, lo que desinhibe y relaja de forma notable. Ahora veamos cómo repercute la sonrisa en la percepción de los demás.

Así nos ven, así se sienten

Como ya hemos comentado, la expresión facial y la comunicación no verbal, poseen un papel determinante en la manera en la que otros nos perciben y nosotros percibimos al resto. Por ejemplo, las personas que sonríen a menudo son vistas como personas agradables y sociables, algo que puede influir de forma positiva en las relaciones, sean a nivel personal o profesional.

Resulta que cuando una sonrisa es genuina, la persona resulta de más confianza para los demás. Este aspecto permite causar una impresión positiva y favorable, por lo que contribuyen a fomentar y propiciar oportunidades o relaciones satisfactorias.

Al mismo tiempo, las interacciones sociales resultarán más sencillas y se verá facilitada la fluidez de las conversaciones. Del mismo modo en el que influye de forma directa en la primera impresión, ya que estás primeras impresiones, se producen al instante, siendo la sonrisa uno de los factores determinantes para que esta, sea positiva.

Por difícil que resulte, es cierto que para muchas personas, una sonrisa saludable, es sinónimo de éxito. Puede entenderse que la persona que posee una sonrisa de cine, presta atención al cuidado personal y la profesionalidad. Así que influyen notablemente a la hora de realizar presentaciones, entrevistas de trabajo o ante cualquier situación profesional.

En definitiva, al sentirse cómodo con el aspecto de la dentadura, se produce una confianza propia que repercute en el entorno laboral, mejorando la comunicación y, por lo tanto la efectividad en el trabajo. Todo esto, deriva en una mayor satisfacción, un refuerzo de la valoración personal más positiva y promoviendo una mejor percepción propia.

Una de las claves para mantener una buena salud mental, reside en un buen cuidado dental. Resulta esencial para mantener el bienestar emocional. Si atendemos a problemas dentales tan habituales como el mal aliento, la caries, manchas en el esmalte o los dientes mal alineados, podemos comprobar cómo estas dolencias, afectan de forma más que negativa a nuestra percepción personal. Resulta inevitable en determinados casos y circunstancias, no sentir vergüenza o incomodidad ante los demás e incluso, para con nosotros mismos.

Teniendo en cuenta estos aspectos, resulta imprescindible acudir al dentista de forma habitual para evitar problemas mayores. Mantener una buena higiene bucal y realizar las visitas regulares al odontólogo, proporciona una disminución de todas esas inseguridades que se relacionan de forma directa con el aspecto de los dientes. De esta manera, lo que se hace es promover una autoimagen positiva y una mejor satisfacción personal. Con una sonrisa sana, las relaciones interpersonales fluyen y resultan agradables. Esto permite mantener una vida más equilibrada y feliz, en términos emocionales.

Cabe señalar y recalcar que convertir el acto de sonreír en un hábito, resulta de lo más beneficioso. Es fácil que en los tiempos que vivimos, con tanta prisa, estrés, nerviosismos y mal humor, se nos olvide sonreír. Las preocupaciones y ajetreo del día a día, nos hacen olvidar que sonreír, es sano. Se trata de una acción que influye de forma positiva en uno mismo y los que nos rodean. Como bien señalan los diversos estudios realizados, sonreír, puede hacer que se simule la felicidad, pero también, puede generarla. Cuanto más sonríes, mejor te sientes  y cuanto mejor te sientes, más sonríes.

Los profesionales de la odontología nos dejan algunas estrategias para disfrutar de los muchos beneficios que proporciona la sonrisa.

En primer lugar, mantener una boca cuidada y sana. Una rutina de higiene bucal es esencial para que los dientes luzcan sanos y radiantes. Esto incluye cepillarse los dientes dos veces al día, usar enjuague bucal e hilo dental, así como acudir al dentista de forma regular.

Por supuesto, hay que mantenerse positivo. Si bien es cierto que todo el mundo tiene preocupaciones, hay que tratar de centrarse en las cosas positivas que nos rodean. Sea evocando esos momentos felices, agradeciendo algo o haciendo lo que nos gusta. Estas acciones, propiciarán la sonrisa y mejoraran el bienestar general.

Tener interacciones positivas y esforzarse por sonreír a los amigos, familiares y personas queridas, incluso a desconocidos, mejoran el ánimo de personas que se encuentran en un escollo emocional. No solo nos ayuda a nosotros, también a quien nos observa y viceversa.

Una de las mejores maneras de sonreír sin necesidad de hacer nada particular, es entrenar la mente para hacerlo. Imaginarse en esas situaciones que reporten bienestar y felicidad, hará que salga nuestra mejor sonrisa. En resumidas cuentas, lo importante es no olvidarse de sonreír.

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