El perro y el niño (o niña)

Reza el dicho que, el perro y el niño, donde ven cariño. Efectivamente, así es. Perro y niño, o niña, se acercan a quienes les prestan atención, les dan cariño y les brindan cuidados y juego. El vinculo afectivo que se crea entre ambos, es tan fuerte que nada, ni nadie puede romperlo a lo largo del tiempo. Claro esta que, el perro, de entre todas las mascotas, es el mejor amigo del hombre. Dicho esto, sin desmerecer a otros animales con los que los humanos, podemos compartir la vida, como gatos, aves o roedores. Todos y cada uno de ellos, con sus particularidades. Sin embargo, lo que es, es y el canis lupus, se ha ganado su titulo a pulso.

En unos tiempos en los que la sociedad aboga por llevar a sus mascotas a todas partes, como si de un miembro más de la familia se tratara, (de hecho, se trata justo de eso), empresas como Animales por avión, especialistas en transporte de animales, se encargan de llevar a tu mascota allá donde sea necesario. Precisamente por la importancia que tiene este animal en particular para todos aquellos que tienen uno.

Aunque todavía existen algunas personas que no son capaces de entender el vinculo que se establece con un amigo peludo, se trata de uno de los más fuertes que puede crear un ser humano. Desde la edad temprana, los más pequeños, establecen fuertes lazos con las mascotas, tanto si están en casa antes de su llegada, como si llegan cuando el pequeño empieza a crecer.

Cualquier momento de la vida, cualquier etapa de crecimiento y desarrollo, es válida para beneficiarse de la compañía de los pequeños peludos. ¿Por qué? Sencillamente por las mascotas, aportan incontables beneficios a todos los niveles. Esta probado que la compañía de un animal, siempre contribuye a la mejora de la calidad de vida. Aumenta la longevidad, mantiene el equilibrio físico y mental, facilita la interacción y el recreo, reduce los niveles de estrés y, disminuye los índices de depresión en general. Cuántas veces a las personas depresivas se les anima a tener compañía peluda y cuantas veces, estas personas vuelven a ver la luz gracias a ellos.

Todo esto se produce a nivel adulto, pero a nivel infantil, el rol de la mascota peluda, juega un rol más importante todavía, contribuyendo en su desarrollo educativo y social. Obliga a los pequeños a que asuman responsabilidades y aprendan valores como el respeto, aumenta su autoestima y mejora su integración dentro de la propia familia. Por supuesto, los animales ayudan a que los niños y niñas, desarrollen una mayor capacidad frente al cuidado de otros, fomentando sentimientos de competencia y seguridad. Factores indispensables durante el desarrollo del primer ciclo vital de los pequeños para alcanzar un equilibrio emocional, adecuado.

Creciendo juntos

Los que hemos crecido con perros, sabemos de que va el asunto. Tener contacto con ellos desde la niñez, conlleva la adquisición de valores tales como la compasión y la empatía. Algo muy importante a la hora de mantener relaciones interpersonales positivas con otras personas. De forma inevitable, cuando tienes un perro, te ves en la necesidad de socializar con otras personas e interactuar de forma saludable con ellas. Es algo inherente a la tenencia de mascotas: los paseos por el parque, conllevan la interacción.

Las relaciones infanto peludas, funciona como un estabilizador de la conducta infantil, fomenta la alegría y elimina la tristeza, al mismo tiempo que ayuda a disminuir los miedos habituales en esa etapa de la vida. El apoyo que sienten niños y niñas cuando crecen en compañía peluda, refuerza su autoestima, les hace sentir protegidos y les aporta la serenidad que roba el entorno. Es fácil estar triste y que eso cambie con un solo gesto de tu mascota. La sonrisa sale sola, tanto en niños como en adultos.

Estudios recientes, nos dicen que, para casi el cincuenta por cien de los niños, la percepción sobre el animal, es de principal fuente de apoyo emocional, después de los padres. Los vínculos y lazos afectivos que se crean con el animal de compañía, ayudan en la superación de etapas en las que la sensación de miedo o tristeza, se hace notar. En estos casos, los pequeños (y los adultos que, esto no es solo cosa de niños), acuden en busca de consuelo a sus mascotas, abrazando al perro o gato, en situaciones en las que necesitan alivio emocional. Este comportamiento en particular, se repite continuamente, cada vez que los pequeños, se enfrentan a algún problema, ya que buscan a su animal como fuente de consuelo en la misma medida que pueden buscar el de los padres.

Del lado de lo positivo, la mitad de los pequeños, asocian a su mascota peluda con su compañero de juegos y actividades lúdicas, en muchos casos, en edades más avanzadas, prefieren jugar con sus mascotas antes que a videojuegos. Punto extra para nuestros peludos, porque ganarle el pulso a la Xbox no es nada fácil.

Un momento crucial en la etapa infantil, es el inicio de la etapa escolar, Los primeros días, suelen ser difíciles para algunos niños. En este aspecto, los perros, consiguen hacer que esos momentos, sean menos difíciles. Gracias a los perros de terapia, se logra crear una experiencia única para ellos en su primer día de cole. Olvidan la tristeza generada por la separación de sus padres, cuando en la puerta del colegio, aparecen perros dispuestos (y entrenados) a darles la tranquilidad necesaria y hacer que su estado de ánimo, cambie. Esta iniciativa, es valida tanto para los que viven con perros, como para los que no. La cuestión es que, solo con mirar a estos peludos, la sonrisa sale sola, se cambia la tristeza por alegría y crece el entusiasmo. Con independencia del escenario en el que se encuentre el perro y el niño.

Beneficios peludos

Como venimos diciendo, convivir con un perro, ya de por sí, conlleva grandes beneficios. Aportan alegría, transmiten paz, ofrecen calma, compañía… esto es valido al margen de la edad y condición de la persona. A nivel infantil, encontramos beneficios más que deseables, por lo mucho que ayudan a su desarrollo social y de la gestión emocional.

A nivel psicológico y emocional, los beneficios que aporta la convivencia entre niños, niñas y perros son los siguientes:

  • Ayudan a que socialicen. Salir a pasear con el perro facilita la interactuación y socialización incluso a los más tímidos.
  • El sencillo acto de acariciar a un perro y sentir su compañía, hace que segreguen serotonina, incrementando la sensación de felicidad.
  • Mejora la empatía de los más pequeños. Al crear ese vinculo con el animal, les resulta más sencillo entender los sentimientos de las personas.
  • Reducen los niveles de estrés minimizando el riesgo de que padezcan ansiedad, estrés o depresión.
  • Les ayuda en la comprensión de temas complejos o complicados como la reproducción o la muerte.
  • Reducen la agresividad en niños que tienen problemas de la misma. El mero hecho de tener que enseñar a su compañero a comportarse, hace que ellos mismos bajen el ritmo y la agresividad.
  • Hace que mantengan la calma ante situaciones de estrés.
  • Aumentan la autoestima y llevan mejor la soledad.
  • Les hace ser más responsables, participando del cuidado de la mascota, paseándole, dándole de comer, jugando, etc. De este modo, aprenden a ser más responsables.
  • Proporciona mayor tiempo compartido con la familia, con esos pequeños momentos de juego o paseo.
  • Existen estudios que demuestras que la convivencia con perros, incremente su creatividad, la curiosidad y la capacidad de aprendizaje de los pequeños.

Estos son algunos de los beneficios que aporta tener un perro en la familia, a nivel emocional y psicológico. Sin embargo, en el aspecto físico, también aportan beneficios, como reforzar el sistema inmunológico, disminuir los problemas respiratorios o en caso de padecimiento, son más leves. Reducen el sedentarismo, ya que hay que jugar con ellos, pasearlos y mantenerlos activos. Mejoran la destreza motora. Gracias a esa mejora del sistema inmune, los niños que conviven con mascotas, son menos propensos a padecer alergias. Previenen las enfermedades cardíacas, reducen los niveles de azúcar en sangre, e incluso, pueden detectar la diabetes en niños pequeños.

Cuando los pequeños de la casa empiezan a dar sus primeros pasos, la compañía de un peludo, contribuye a que se desarrollen esas habilidades para caminar, ya que se convierte en una gran motivador para avanzar.

La interactuación entre perros y niños o niñas, es algo que no te puedes perder. Sobre todo, en las primeras etapas de la vida. Ver como ambos se guían, apoyan y crecen juntos, es toda una experiencia, tanto para el observador como para el pequeño.

Los que hemos estado en ambos lados, sabemos de lo que hablamos. Crecer con un perro a tu lado, hace que la vida, sea más fácil. No va a resolverte los problemas, va a hacer que veas el mundo de otra manera. El vínculo que se establece con un perro, es algo difícil de explicar a quien no lo ha sentido, que todo el mundo, debería experimentar.

 

 

 

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